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ESTA SEMANA HE DEBIDO DAR PENA


No sé qué ha pasado esta semana que a todo el mundo le ha dado por regalarme cosas. Quizás me han visto mala cara (me sienta fatal el calor) y han pensado "Pobre chica, a ver si puedo subirle el ánimo". 

El primero fue de mi marido:
Quienes que me seguís por Instagram  ya habréis visto el regalito inesperado que me hizo. Pero vaya, aún siendo inesperado no deja de ser más o menos normal. Lo inusual es lo siguiente que, aún no siendo nada del otro mundo me ha parecido extraño y casualidad que haya sido en días consecutivos.

El segundo de la chica de la charcutería:
Como cada semana fui a comprar a la charcutería de mi supermercado habitual. Pedí lo que necesitaba y me dirigí hacia la sección de quesos. Allí me vuelvo loca, me encanta mirar el amplio surtido. A parte de los que compro siempre hay semanas que voy probando nuevos.
Pues bien, ese día pedí uno que me gusta bastante, el Passendale, y cuando la chica me lo estaba cortando vi algo que destacaba entre toda la exposición, un queso color chocolate con trocitos amarillos.

Le pregunté: "¿Qué queso es ese?"
- ¿Éste? ¿Es bonito verdad? Es un Cahill,  es queso cheddar con cerveza negra. ¿Quieres probarlo?
Yo le dije que sí, pensando que me daría un trocito a probar allí mismo. Pero cogió y me corto un trozo generoso que añadió a mi bolsa.
- Te he puesto un trozo para que lo pruebes, ya me contarás 😉
Bueno, pensé, algo habría que sacar de ser cliente fija tantos años. 👏

Lo he probado, no está mal pero no me apasiona. Sabe a queso cheddar con un punto ácido al principio y amargo al final, efecto de la cerveza, supongo. En poca cantidad está bien, mucha me satura el paladar.

Y el tercero de la panadera
Al día siguiente por la mañana fui a hacer unas gestiones. Al volver pasé por delante de una panadería que han abierto hace algunas semanas y entré a comprar el pan.

El pan también es otra de mis debilidades. Me vuelvo loca de gusto entre tanta variedad de harinas, de formas, de nombres...¡me encantan!

Pues bien, pedía una barra especial de la casa que llaman "Pà de la iaia" y un pequeño pan alemás que me hizo gracia. La chica me dijo:

-¿Te gusta el pan con cereales?
-Sí, mucho.
- Pues tienes que probar el que hacemos de centeno.
-¡Vale! Ya lo probaré otro día.
-No, toma, te doy este bollito para que lo pruebes. Anoche me comí uno a rodajas con queso Philadelphia y anchoas y estaba buenísimo.
-¡Gracias!

Se dirigió hacia la caja y de repente se da la vuelta y me dice:
-Espera, te voy a dar otro también, ya verás que rico. Es de pipas con matalauva.

Total,  que salí de la panadería con dos riquísimos panecillos de regalo. El de centeno ya lo había comprado alguna vez, así como el de cereales, pero el de matalauva no lo había probado nunca.






Me encantan los sitios que atienden bien a los clientes. No cuesta nada ser amable y mostrar una sonrisa. Ese es el mejor regalo. 👐

¡Hasta la próxima!

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