Hojeando una revista ( hojeando de hojear, pasando rápidamente las páginas, no de ojear, mirar rápidamente) en una sala de espera, me llamó la atención una publicación en la que hablaban de una moda que se ha visto en los festivales de música, se trata de los tapices en el pelo.
Me ha hecho gracia porque me ha recordado un juego que tenía cuando era pequeña: un pequeño telar de plástico en el que íbamos pasando hebras de lana para ir formando un tapiz.
Pues bien, los tapices en el pelo funcionan con el mismo sistema. Se coge un pequeño mechón de pelo, se peina para que quede fino y liso y se sujeta con un pequeño bastidor (como los bastidores que se usan para bordar pero en pequeñito y sin pie). Un vez el cabello está bien estirado y sujeto se enhebran cabos de lana, cuerdas o hilos gruesos, en una aguja especial y se va intercalando entre los cabellos.
La elaboración es entretenida y original puesto que la variedad de colores y formas es infinita. Cada cual lo puede confeccionar a su gusto.
Un estilo muy neo hippie. ¿Queda chulo, verdad?
¿Hasta la próxima!
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