Voy a contar una anécdota que me ha pasado hoy, no es un caso aislado, ha ocurrido otras veces y seguro que a cada uno de vosotros también.
Mediodía, ese espacio de tiempo entre las 13h y las 15h en las que se presupone que muchas personas están localizables en casa al teléfono fijo, o disponibles en cualquier lugar al móvil. En mi caso eran las 13:30h y yo estaba comiendo. Suena el teléfono fijo....
- ¿Sí?
- Buenas tardes, la Sra. Fulanitadetal
- Sí, dígame.
- Le llamo de la marca Pericodelospalotes. Voy a hacerle unas preguntas....
(Interrumpo antes de que se lance)
- Puede hacer las preguntas que quiera pero no voy a contestar a ninguna y de hecho no voy ni a escucharlas, estoy ocupada y tengo prisa. Lo siento, gracias. Adios.
- Está bien, adiós
¿Hasta donde vamos a llegar? Ya ni tan siquiera preguntan si "pueden hacer unas preguntas". Lo que me ha indignado es que directamente ha dicho, "Voy a hacerle unas preguntas".
¿Perdón? ¿Invades mi hora de comer, o mi hora de descanso, o de lo que me de la gana hacer en mí casa y me hablas en modo imperativo?
Supongo que si aplican estos métodos es porque les debe funcionar pero conmigo han dado en hueso. Por norma despacho en 2 segundos cualquier llamada que intente venderme algo, pero si encima van con estas tácticas, además de molestarme, me enfadan.
Recuerdo en otra ocasión en que querían ofrecerme un curso de inglés. Contesté enfadada porque me despertaron de la siesta y la teleoperadora al decirle yo: "Por favor, no insistas porque no me interesa y además me estás molestando", contestó literalmente: "Pues te aguantas".
¿Soy la única que le pasan estas cosas? ¿A que no?
¡Hasta la próxima!
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