En un lugar de La Mancha ...
Reconozco que es un inicio poco original pero no podía empezar este post de otra forma que no fuese haciendo referencia a la universal obra de Cervantes, El Quijote, porque de un lugar de La Mancha trata el mismo.
Dirigiéndome a Albacete hice noche en el Parador que se encuentra a 3 km de esta ciudad. El Parador de Albacete forma parte de la Red Nacional de Paradores. Fue inaugurado en 1970 y es obra del arquitecto Manuel Sainz de Vicuña García-Prieto, III Marqués de Alhucemas, título que heredó de su abuelo, Manuel García Prieto, presidente del Consejo de Ministros de España en 1912, que recibió este título nobiliario creado por el rey Alfonso XIII en 1911.
Se trata de una edificación que simula una quinta manchega. Varios anchos y largos corredores forman una estructura que rodea un pequeño jardín central coronado por una fuente circular.
Las habitaciones son amplias, decoradas con muebles de madera oscura de estilo clásico castellano.
Las habitaciones son amplias, decoradas con muebles de madera oscura de estilo clásico castellano.
En este Parador encontramos uno de los Restaurantes Marmitia, especializado en cocina castellana. En su carta no faltan el pisto manchego, los quesos, las pochas con perdiz o las migas ruleras, entre otros. Pero también ofrecen variedad de carnes y pescados.
Restaurante Marmitia Parador de Albacete
Carretera CN-301 km 251
02080-Albacete
El salón tiene forma más o menos cuadrada y mediana dimensión. La decoración sigue la tónica de todo el recinto, clásica. Sillas de enea con cojines y mesas cubiertas con bajo mantel que llega hasta el suelo y mantel blanco.
El montaje de las mesas es también clásico. Bajo plato plateado y platos de cerámica blancos con el logo de Paradores.
Debido a que se trataba de una cena me apetecía algo ligero. Así que pedí pescado, corriendo el riesgo de no acertar, ya que no es el fuerte de la zona. Sorprendentemente sirvieron un lomo de merluza de excelente calidad y tratamiento perfecto en la elaboración. Deliciosa y en su punto.
También tuve el gusto de disfrutar de un buen jamón de bellota y un surtido de patés de salmón y oliva. Todo ello regado con un rioja Marqués de Murrieta, que aunque las reglas dictan que no es maridaje perfecto para el pescado, es lo que apeteció en el momento.
El servicio es correcto y el precio medio de la carta está en 30/40 euros sin contar la bebida.
Curiosidades:
En el área de recepción exponen en una vitrina productos típicos de la zona. Destaco por ejemplo las perdices en conserva y los bombones de queso (una especie de pasta de praliné hecha con queso manchego, miel y vino tinto, recubierta con chocolate blanco y negro). Los venden en una bombonera de cerámica con forma de queso.
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| Jamón ibérico de bellota |
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| Surtido de patés con agridulce de tomate y variado de lechugas |
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Lomo de merluza de pincho con hortalizas de temporada |
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