Para seguir la senda borreguil de las famosas, suelto aquí mi selfie de buenas noches, pero a la contra porque no tengo esa categoría. Soy una mujer normal, salvo en mi casa, que soy la reina, con permiso del rey, la princesa y la infanta peluda.
Hay días que me pongo involuntariamente profunda y veo tan absurda esta sociedad... ¡Qué más quisiera yo que controlar mis pensamientos para derivarlos a lo superfluo y relajante!
Lo de la moda selfiniana es lo de menos, eso tampoco tiene gran importancia, voy más allá:
A actos que se elevan a algo sobrenatural, cuando la humanidad está aquí hace millones de años por esos actos precisamente, o sea que más común no puede ser.
A demostraciones innecesarias por lo evidente.
A insultos descarados a la inteligencia ajena.
A injusticias inexplicables.
A actos que se elevan a algo sobrenatural, cuando la humanidad está aquí hace millones de años por esos actos precisamente, o sea que más común no puede ser.
A demostraciones innecesarias por lo evidente.
A insultos descarados a la inteligencia ajena.
A injusticias inexplicables.
De repente estoy cansada, cansada de casi todo. Pero no pasa nada, un sueño reparador y mañana como nueva.
Buenas noches Diario. Apaga la luz y no hagas ruido.
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