¡Cómo puedo estar tan perezosa de veraneo! No me lo explico. Estamos a mediado de Julio y sigo con color invernal. No me apetece ni tan siquiera ponerme a tomar el sol en la terraza. De hecho, hasta paso de salir a arreglarla. Voy a tumbarme aunque sea un ratito aquí mismo, esforzándome y por obligación. Pero es que, me da una sensación tremenda de pérdida de tiempo, además del sofoco de calor. Intentaré optimizar el tiempo para matar varios pájaros de un tiro:
- Coger color
- Descongestionar las piernas poniendo los pies en alto.
- Cerrar los ojos y hacer un esquema mental de ciertos asuntos pendientes.
- Hacer ejercicios de respiración.
- Dedicar los últimos cinco minutos a intentar dejar la mente en blanco.
Bien, mejor, mucho mejor. Me he dado cuenta de una cosa: Hace muchos meses que tengo abandonados hábitos propios en mí de toda la vida. Lo vas dejando, piensas "mañana lo hago" y al día siguiente vuelves a pensar "mañana..." y cuando te das cuenta ha pasado un año. No te reconoces.
A veces hay que parar para poder continuar.
Si las circunstancias te arrastran, para. Párate, sal del remolino y míralo desde fuera. Cuando vuelvas a tener presente quién eres y qué quieres, cuando estés mentalmente sanado y preparado, entra de nuevo, lo verás todo diferente.
- 🔔 Para
- 🔔 Descansa
- 🔔 Medita
- 🔔 Respira
- 🔔 Actúa
¡Hasta la próxima!
0 comments: