Si te gusta descubrir lindos pueblecitos y pasear por ellos, no puedes dejar de visitar Mura (http://es.wikipedia.org/wiki/Mura).
Está ubicado en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, a 45 km de Barcelona. Situado a 454 m de altitud y rodeado de torrentes, cuevas y fuentes.
El lugar tiene un encanto especial, pintoresco y medieval. Destacan la iglesia románica de Sant Martí, sus callejuelas serpenteantes y sus casitas cuidadosamente decoradas por sus propietarios.
Allí podemos pasear por sus calles, recorrer los diversos caminos y senderos que se adentran en pleno parque natural y tomarnos un aperitivo en las terrazas de algunos de sus bares y restaurantes, donde por supuesto, también podemos saborear deliciosos platos autóctonos.
En esta ocasión os voy a hablar de uno de esos restaurantes, se trata de Cal Carter. Allí he tenido el gusto de comer en tres ocasiones, la última hace poco. Puedo decir que en todas ellas he salido contenta con el trato y la calidad de la comida.
Restaurant Cal Carter
Plaça Tomàs Viver, 1
08278 - Mura (Barcelona)
938317036
http://www.calcarter.net
Clasificación : Cocina catalana. Tradicional y de Creación propia con productos autóctonos.
Ubicación: En Mura, en pleno Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac
El local y la presentación de las mesas: El local es una casa de piedra de dos plantas en una calle del pueblo. Dentro tiene varios salones, todos ellos rústicos, algunos con techo abovedado.
La presentación de las mesas es correcta pero sin grandes pretensiones, vestidas con bajo mantel a media altura rosáceo y mantel corto blanco de algodón. Las sillas rústicas. La vajilla de presentación de porcelana blanca, cubertería y copas sin nada destacable, pero correcto.
La presentación de las mesas es correcta pero sin grandes pretensiones, vestidas con bajo mantel a media altura rosáceo y mantel corto blanco de algodón. Las sillas rústicas. La vajilla de presentación de porcelana blanca, cubertería y copas sin nada destacable, pero correcto.
Creo que ofrecen también alojamiento en habitaciones y apartamentos.
El servicio: Destaca la rapidez en el servicio. El trato es bueno, amable pero sin ser empalagoso.
La comida: La carta es amplia. Encontramos desde los platos tradicionales a la brasa, hasta selectos y elaborados platos de creación propia, pasando por recomendaciones especiales de temporada.
En cuanto a los postres, tienen los típicos catalanes y una amplia gama de helados artesanos.
Los precios son medios.
En cuanto a los postres, tienen los típicos catalanes y una amplia gama de helados artesanos.
Los precios son medios.
Puedo recomendar el helado de Ferrero Rocher y el crujiente de pies de cerdo con butifarra negra de la zona y calamarcitos, acompañado con una crema de garbanzos de cultivo autóctono.
Las carnes son de primerísima calidad, por lo que pudimos también comprobar.
Las carnes son de primerísima calidad, por lo que pudimos también comprobar.
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| Crujiente de pies de cerdo con butifarra negra y calamarcitos. Crema de garbazos. |
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| Helado de Ferrero Rocher con galleta de almendra ( tipo carquinyoli) |
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| Filete de ternera |
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| Aperitivo de cortesía: Espuma de guisantes con menta y crunch de cansalada |
Los vinos: La selección de vinos es extensa encontrando gama media/alta y por supuesto vinos de la comarca D.O. Pla de Bages.
Como punto negativo encontré el hecho que te abran la botella pero no sirvan el vino en las copas ni siquiera la primera vez y por tanto no dar a probarlo.
Como punto negativo encontré el hecho que te abran la botella pero no sirvan el vino en las copas ni siquiera la primera vez y por tanto no dar a probarlo.
Valoración personal: Recomendable.
Algo negativo: Por su ubicación natural hay que recorrer varios kilómetros de curvas. Aunque están en la web restalo.es, nunca he detectado que hagan ofertas, tan sólo el servicio de reserva online.
Algo a destacar: Este restaurante fue fundado por la familia Perich en el año 1964. Si ha perdurado tanto en el tiempo por algo será.
¡Hasta la próxima!
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