Llegamos al final de la Trilogía con esta 3ª Parte Hoteles 5 estrellas a análisis.
No obstante aquí no acaba la cosa, ya que al igual que hubo un Preámbulo habrá también un Epílogo. Será en la próxima entrega y no os lo podéis perder, ya que además del resumen conclusivo de las tres partes, os voy a contar una anécdota muy divertida sobre un hotel que quedó excluido de este estudio porque fue un absoluto desastre. Puedes ver el vídeo donde lo explico todo, aquí: El PEOR hotel 5* de mi Proyecto
Si no viste la 1ª Parte la tienes aquí: 1ª Parte Trilogía - Hotel Cala del Pi
Si no vista la 2ª Parte la tienes aquí: 2ª Parte Trilogía - Hotel Andorra Park
No obstante aquí no acaba la cosa, ya que al igual que hubo un Preámbulo habrá también un Epílogo. Será en la próxima entrega y no os lo podéis perder, ya que además del resumen conclusivo de las tres partes, os voy a contar una anécdota muy divertida sobre un hotel que quedó excluido de este estudio porque fue un absoluto desastre. Puedes ver el vídeo donde lo explico todo, aquí: El PEOR hotel 5* de mi Proyecto
Si no viste la 1ª Parte la tienes aquí: 1ª Parte Trilogía - Hotel Cala del Pi
Si no vista la 2ª Parte la tienes aquí: 2ª Parte Trilogía - Hotel Andorra Park
Dicho todo esto paso a presentaros el hotel protagonista de esta tercera parte de la Trilogía:
En Octubre volví de nuevo a la Costa Brava, esta vez a LLoret de Mar. A diferencia de lo que pueda parecer, la ubicación del hotel no tiene nada que ver con la masificación turística de esta población.
A escasos kilómetros hacia el interior, a través del bosque por un camino sin asfaltar que dura unos 15 minutos en coche, se encuentra el Sant Pere del Bosc Hotel & Spa .
El edificio forma parte de un conjunto patrimonial que tiene más de mil años de historia. Fue un monasterio, un asilo, sufrió ataques de los franceses, destrucción durante la Guerra Civil y finalmente Nicolau Font i Maig en 1880 se ocupó de su completa restauración. Aquí puedes ver la historia completa: Historia del conjunto patrimonial Sant Pere del Bosc
Este hotel se creó en 2011. Tiene 19 habitaciones, cada una decorada en un estilo distinto y con particularidades propias. En la que yo estuve hospedada hay una terraza con jacuzzi hinchable y hamacas redondas. El baño es amplio, con ducha y bañera.
La explanada frente al hotel está salpicada de grandes esculturas y en un segundo nivel hay una piscina de agua salada rodeada de césped.
Entre la piscina y el hotel hay un pequeño edificio donde está instalado el SPA. En esta ocasión no puedo hablaros al respecto pues no usé este servicio.
En el desayuno cabe destacar el buen surtido de tartas artesanales. No obstante, aunque no faltaba lo básico, encontré un tanto escasa la variedad de productos.
El trato del personal es cercano y el lugar un remanso de paz para meditar, descansar y conectar con la naturaleza.
No os perdáis el vídeo donde podéis ver toda mi experiencia en este hotel ⇓
¡Hasta la próxima!
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